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SPREE KILLING: El tiroteo de Nueva Escocia.

Actualizado: 10 mar 2021



Autor: Beatriz Gutiérrez, Phd/APP

Year 5 - Week 19

ISSN 2603 - 9931


La noche del sábado 18 de abril se desataba durante más de doce horas el peor incidente de tirador activo de la historia de Canadá. Gabriel Wortman, un dentista de 51 años, asesinó en este periodo de tiempo a 22 personas y logró esquivar de la policía hasta ser abatido en una gasolinera a unos 100 kilómetros de Portapique, donde comenzó el ataque.


El comienzo del tiroteo parece haberse desatado por una disputa con su pareja tras una fiesta. Tras ser agredida y esposada, logró escapar y esconderse en los bosques que rodeaban la vivienda durante varias horas. Fue ella quien, tras lograr contactar con la policía, informó de que Wortman iba disfrazado de policía y en un coche patrulla falso[I]. Mientras tanto, el tirador comenzó a moverse alrededor de Portapique Beach Road, Orchard Road y Bayview Court, dejando un saldo inicial de siete víctimas mortales e incendiando varias viviendas y propiedades. Se desconoce si su propósito era sembrar el caos, ocultar pruebas o simplemente dificultar la actuación de los primeros intervinientes policiales y sanitarios, que se vieron desbordados desde su llegada a Portapique[II]. Wormart se hallaba en posesión de al menos una pistola, varias armas largas y un uniforme y un vehículo -falsos- de la Policía Montada, lo cual indica cierta premeditación, quizás no necesariamente en la fecha, pero sí en el modelo de ataque, pudiendo haber sido el detonante final la discusión con su pareja.


A lo largo de la noche, Wormart comenzó a desplazarse por toda la provincia de Nueva Escocia, provocando víctimas en hasta diecisiete localizaciones, si bien se pueden agrupar en tres zonas concretas. A las 9 de la mañana, a 43 kilómetros de Portapique, se declaró otro tiroteo, otro a 30 kilómetros a las 10 de la mañana, un tercer escenario poco antes de las once, y finalmente, otro en una gasolinera donde fue abatido sobre las once y media de la mañana. De las 22 víctimas, 13 se produjeron en las tres primeras ubicaciones, próximas a Portapique, y eran conocidas en mayor o menor grado por el atacante, algunos de ellos sus vecinos. Nuevamente, esta relación personal de intensidad variable, refuerza la hipótesis del planeamiento previo del ataque y al menos una selección preliminar de víctimas en caso de llevarse a cabo el ataque. Tampoco parece aleatoria la combinación del incidente de tirador activo con el uso del fuego en distintas viviendas y propiedades de las víctimas, si bien, como ya se ha mencionado, no se puede precisar cuál era la función específica del incendio.


A lo largo de la noche, el atacante utilizó su disfraz policial en repetidas ocasiones para llamar la atención de personal policial y sanitario que se dirigía hacia las diversas localizaciones del ataque, y una vez cerca, les disparó también, como sucedió con dos miembros de la Policía Montada y otros dos civiles que se detuvieron confundiendo la escena con un control. En la segunda localización, con tres víctimas, también conocidas por Wortmart, disparó a dos coches en la carretera, prendiendo fuego tanto a viviendas como vehículos a su paso[iii]. Lejos de ser descubiertos a la vez, las víctimas fueron localizadas paulatinamente tanto por personal policial como de emergencias, conforme se prolongaban las labores de rastreo a lo largo de la noche. La investigación desarrollada durante toda la semana siguiente reveló 17 localizaciones diferentes y cinco edificios incendiados durante las trece horas que duró el incidente [IV].


La persecución concluyó casi de manera fortuita. Un bombero paró a repostar en otra gasolinera en Enfield, a 50 millas del donde se había iniciado el incidente. Debido al confinamiento por el coronavirus también se hallaba cerrada, cuando uno de los trabajadores apareció corriendo, gritándole que se pusiera a cubierto porque había alguien disparando[V].


El desarrollo del ataque, siguiendo este desarrollo, se asimilaría a los denominados spree killings, aquellos que tienen lugar en un breve espacio de tiempo, sin periodos de enfriamiento intermedios y que se suceden en diversas localizaciones. La respuesta propuesta a nivel policial se basa en la doctrina MACTAC -Multiple Assault Counter-Terrorist Actions and Capabilities-, que integra elementos tanto orientados al despliegue de equipos de respuesta en múltiples escenarios como a proporcionar a estos primeros intervinientes policiales nociones básicas en sanidad táctica con la que proporcionar a las víctimas una asistencia inicial hasta la llegada de los primeros intervinientes sanitarios. Sin embargo, este modelo de respuesta acuñado en tres ciudades estadounidenses -Nueva York, Los Ángeles y Las Vegas- tras los atentados de Bombay de 2008, presenta un problema en su transposición de un entorno urbano a uno rural, marcado por la dispersión de fuerzas, proporcionalmente más escasas por kilómetro cuadrado que en las grandes urbes, ampliando los tiempos de respuesta y permitiendo la huida del atacante en el espacio a cubrir. A ello se une que la combinación de incidente armado e incendio provocado incrementó las necesidades de personal de respuesta, sustrayendo recursos de otros escenarios.


Otros fallos en la respuesta también se reprodujeron durante las doce horas de persecución, derivados de la falta de coordinación entre agencias e intervinientes. En la mañana del domingo, una patrulla abrió fuego contra una gasolinera cuyo interior se estaba siendo empleado por el Departamento de Bomberos -también servicios de emergencia- como zona de reunión de evacuados del incidente, que debieron protegerse de los cristales rotos en un almacén trasero[VI]. La coordinación entre cuerpos fue, de acuerdo con los testigos y el propio cuerpo de bomberos, inexistente durante este incidente. Las autoridades tampoco enviaron ningún mensaje de emergencia para notificar del riesgo para la población, alegando que el ataque había sido dinámico y fluido, lo que había impedido la notificación masiva por falta de datos acerca del paradero real del atacante; sin embargo, precisamente el dinamismo del incidente es lo que elevaba exponencialmente su riesgo para la población de la zona. De hecho, la cuenta de Twitter de la Policía Montada de Canadá de Nueva Escocia notificó Twitter que un incidente de tirador activo se estaba produciendo en la zona, recomendando a la población permanecer en sus casas y alejados de la zona, pero no se volvió a producir publicación alguna hasta pasadas ocho horas[vii], y no fue hasta once horas después cuando se comunicó que Wormart vestía uniforme de la Policía Montada y conducía un vehículo similar a un coche patrulla[VIII].


El tiroteo de Nueva Escocia, sin duda, plantea una serie de elementos tanto en el propio ataque como en la respuesta que merecen la pena estudiar en detalle por las potenciales lecciones aprendidas que se pueden extraer del mismo, desde el uso de disfraces para pasar inadvertido, la movilidad del atacante, la combinación de modus operandi, el entorno rural y de población dispersa como condicionante de la respuesta, y los propios mecanismos de coordinación multiagencia de los respondientes en un incidente con múltiples víctimas y múltiples localizaciones.

[I] Cecco, L. (2020), “Twelve hours of horror: how the Nova Scotia shooting rampage unfolded”, en https://www.theguardian.com/world/2020/apr/23/nova-scotia-shooting-canada-new-details [II] McDonalds, M. (2020), “’Multiple patients’: recordings of first responders reveal frantic bid to help”, en https://globalnews.ca/news/6859617/recordings-of-first-responders/ [III] Benjamin, G., Russell, A. (2020) “Nova Scotia RCMP release terrifying timeline of 13-hours shooting shooting rampage”, en https://globalnews.ca/news/6862561/nova-scotia-shooting-rcmp-to-provide-detailed-account/ [IV] McDonalds, M. [V] Cecco, L.

[VI] McKinley, S. (2020) “’We don’t know what they were shooting at’: Mounties gunfire during hut for the N.S. mass killer under review”, en https://www.thestar.com/news/canada/2020/04/23/police-watchdog-reviewing-incident-at-ns-fire-hall-during-hunt-for-gunman.html [VII] Cecco, L. (2020) “Nova Scotia shooting: residents ask why authorities didn’t send emergency alert”, en https://www.theguardian.com/world/2020/apr/23/nova-scotia-shooting-emergency-alert [VIII] Cuenta de Twitter de la Royal Canadian Mounted Police – Nova Scotia https://twitter.com/RCMPNS/status/1251863610869112835?s=09

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