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La zona de triple Frontera: Seguridad y crimen organizado.

Actualizado: 11 oct 2020


Autor: Isidoro A. Aguayo - Beatriz Gutiérrez, Phd/APP

Year 5 - Week 21

ISSN 2603 - 9931


La Triple Frontera es el nombre comúnmente dado a la zona fronteriza entre Argentina, Brasil y Paraguay. Desde hace años esta región se considera un punto caliente de actividades criminales, que van del tráfico de drogas y armas, el contrabando de bienes, robo de propiedad intelectual, falsificación de documentos y dinero o blanqueo de capitales. La zona se considera un núcleo de lavado de dinero destinado a la financiación de redes de crimen organizado y terroristas. La proximidad de tres ciudades al cruce fronterizo, Foz do Iguaçu en Brasil, Ciudad del Este en Paraguay y Puerto Iguazú en Argentina, facilitan las actividades criminales y la presencia de grupos terroristas, aprovechando las vulnerabilidades de las administraciones públicas locales. Los puentes de Tancredo Neves entre las ciudades de Puerto Iguazú y Foz de Iguaçu, y de la Amistad entre Foz y Ciudad del Este, ven pasar aproximadamente unos 15.000 vehículos y 40.000 personas al día entre Argentina, Paraguay y Brasil. Las autoridades brasileñas estiman que más de seis millones de dólares anuales pueden llegar a ser blanqueados en la región, en un negocio ilegal favorecido tanto por las conexiones geográficas como la triple jurisdicción de la zona[1].


El informe para el Congreso de Estados Unidos “Terrorist and Organized crime groups in the Tri-Border Area (TBA) of South America” ya señalaba en 2003 una serie de organizaciones, entre ellas el grupo terrorista libanés Hizbullah, vinculado a Irán, que llevaban a cabo actividades ilícitas tales como blanqueo de capitales, contrabando de vehículos, contrabando de tabaco o contrabando de objetos falsificados y piratería intelectual. El mismo informe señalaba que la cantidad anual blanqueada en Paraguay -en 2003- oscilaba alrededor de los 5000 millones de dólares, a través, principalmente, de la red de tiendas ilegales extranjeras de intercambio en Ciudad del Este, que suponían 3000 millones del total: esta cifra provenía de cinco fuentes principales, la evasión fiscal, fraude, contrabando, asaltos armados, drogas y tráfico de armas[2].


Presencia del Primeiro Comando da Capital (PCC).

El PCC es la mayor organización criminal brasileña, con unos 11.000 miembros. Sus dos principales zonas de actuación son Sao Paulo y la Triple Frontera, donde se han visto vinculados a Hizbullah en operaciones de tráfico de drogas. Es este tipo de delitos, junto con el de los atracos a bancos -de forma más relevante mediante la explosión de cajeros automáticos-, la especialidad del grupo desde mediados de los años noventa, haciendo uso de la violencia como mecanismo de control de mercados. El grupo, desde 2002, también comenzó a llevar a cabo acciones terroristas para lograr en las elecciones estatales que su candidato izquierdista fuese elegido. En la frontera con Paraguay, el PCC participa en la producción y cultivo de marihuana, falsificación de marcas de tabaco, y tráfico de armas, munición y explosivos con Brasil, siendo el contrabando de explosivos -utilizados en la minería paraguaya- un factor clave en las detonaciones de cajeros automáticos[3].

En 2017 el grupo llevó a cabo un asalto entre unos 50 y 60 hombres armados con armas automáticas y explosivos en Ciudad del Este en la base de la empresa española Prosegur, robando más de once millones de dólares que se hallaban en las instalaciones como parte del servicio de traslado de fondos que la compañía realiza; en una operación de carácter pseudoconvencional, los atacantes utilizaron cócteles molotov y bombas cargadas de metralla para detonar varios vehículos y poder acceder a las instalaciones, asegurando el perímetro con francotiradores, mientras que detonaron hasta 16 vehículos-bomba por toda la ciudad como maniobra de diversión; un policía y tres civiles murieron durante el enfrentamiento armado que se prolongó durante tres horas. Los atacantes huyeron en vehículos blindados y cruzaron el Paraná en botes para refugiarse en Brasil[4]. Este ataque reúne las características propias de un incidente de asalto múltiple comprendido en la doctrina MACTAC.


Finalmente, el gobierno brasileño también ha detectado conexiones entre el PCC con el grupo terrorista libanés Hizbullah en operaciones de narcotráfico; el PCC proporciona apoyo logístico a la organización a la horade enviar remesas de droga a África, Europa y Oriente Medio desde puertos brasileños bajo su control. Un caso claro de esta cooperación fue la detención en Foz de Iguaçu de Farouk Abdul Hay Omairi, en las listas del Departamento del Tesoro estadounidense por sus vínculos con el grupo libanés y por ser el cabecilla de una red de tráfico de cocaína; la ausencia en la época de legislación antiterrorista en Brasil evitó su detención por terrorismo, pero la red pudo ser desarticulada por delitos asociados al blanqueo de dinero, contrabando y tráfico de drogas. Como consecuencia no intencionada, la prisión de Omairi ha permitido un refuerzo de las relaciones entre Hizbullah y el PCC, con una provisión mutua de servicios, donde Hizbullah vende armas al PCC y usa sus servicios de protección en Brasil[5].


Contrabando de tabaco.

Paraguay, uno de los principales productores de tabaco del mundo, es también origen de aproximadamente el 11% del contrabando mundial, en una cifra que supone alrededor de mil millones de dólares anuales en el mercado negro. La zona fronteriza con Brasil se ha convertido en una de las principales rutas de internacionalización, despertando el interés del PCC, y por tanto de Hizbullah, en dicho comercio[6]. A pesar del volumen económico que representa, el hecho de que penalmente sea un negocio ilícito menos arriesgado lo ha convertido en un mecanismo complementario de financiación y corrupción en la región. Sin embargo, este tráfico ya se ha llevado la vida de personas vinculadas al negocio en diversos ajustes de cuentas entre los traficantes que cruzan el Paraná desde Paraguay, aprovisionando de cigarrillos a ciudades de la entidad de Sao Paulo o Rio de Janeiro [7].


Presencia de Hizbullah.

La presencia de Hizbullah en la zona se viene prolongando en el tiempo, especialmente debida a la oleada migratoria a Latinoamérica durante la guerra civil libanesa, en los años 70. La frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil gozaban en la época de una legislación fiscal generosa, que favorecía el crecimiento de la región y atraía inversores y mano de obra, atrayendo a profesiones liberales y comerciales de países como el propio Líbano, pero también siria o Taiwan; parte de esta legislación se mantiene en países como Paraguay, donde todavía hay aranceles bajos y áreas de libre comercio, desde donde múltiples bienes se re-exportan a Argentina y Brasil, y donde las medidas de seguridad aduaneras destacan por su laxitud[8]. Es dentro de esta diáspora libanesa donde Hizbullah, bajo la protección de operativos encubiertos iraníes, ha sentado sus bases, nutriéndose también de las redes de comercio clandestino en la zona, especialmente en cuanto a lavado de dinero, robo de propiedad intelectual y, finalmente, tráfico de armas y drogas.


Los dos atentados terroristas de mayor envergadura llevados a cabo en suelo latinoamericano, ambos en Argentina, las bombas en la embajada israelí de Buenos aires en 1992 y la de la Asociación Mutua Israelí-Argentina (AMIA) en 1994, pudieron ser urdidos por Hizbullah e Irán en la Triple Frontera. Las estructuras internacionales de Hizbullah en toda América se rigen por el principio de sentar unas capacidades mínimas desde donde poder lanzar ataques de diversa entidad en un breve espacio de tiempo, mientras consolida bases sociales de apoyo y obtiene beneficios económicos con los que financiar la red, a través de diversos canales en muchos casos ilícitos [9], pero que en otros casos pasan directamente por redes bancarias que mueven altos volúmenes de capitales donde pequeñas sumas pasan inadvertidas; pese a que la legislación internacional en materia de financiación del terrorismo se ha endurecido en los últimos veinte años, aún existen sistemas y cifras que permiten el blanqueo y transferencia de capitales al margen de la legalidad. Durante la pasada década, Hizbullah ha llegado a ingresar hasta 10 millones de dólares al año en esta zona, empleados tanto para financiar a la red como actividades tales como vigilancia o planeamiento. En el caso de la Triple Frontera, Hizbullah se beneficia de la zona de libre comercio y libre tránsito de mercancías en la zona, así como las dificultades policiales a la hora de controlar una frontera común con tres jurisdicciones diferentes con abundante tráfico rodado y fluvial vinculado tanto al tráfico de drogas como a distintos tipos de financiación ilícita. En la actualidad, la red de Hizbullah está vinculada a operaciones de lavado de dinero procedentes de los cárteles de la droga, cuyos beneficios para la organización son canalizados a Líbano y constituyen uno de los pilares económicos de la organización terrorista[10]. El US Southern Command estima en sus últimos informes los beneficios de Hizbullah en entre 300 y 500 millones de dólares al año[11]


El año pasado, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, remarcó que la Triple Frontera es conocida desde hace años como una fuente de financiación de Hizbullah, existiendo una conexión fehaciente entre terrorismo y crimen organizado, con un alto potencial para desestabilizar las democracias de la región. Como muestra, la Unidad de Información Financiera del gobierno argentino congeló en 2018 los activos de una serie de individuos pertenecientes a una organización también de origen libanés, denominada “Clan Barakat”, con lazos con Hizbullah en su país de origen y actividades en la Triple Frontera, principalmente relacionadas con el contrabando, la falsificación de documentos y dinero, lavado de dinero, extorsión, financiación del terrorismo y tráfico de drogas y armas[12]; algunas de las principales operaciones desarticuladas por las fuerzas policiales argentinas, paraguayas y brasileñas han sido la introducción de 3.750.000 dólares en fichas de casinos de Puerto Iguazú, en Argentina, en el sistema bancario brasileño, o la compra de un pequeño aeropuerto en Capitán Bado, Paraguay, muy próximo a la frontera seca con Brasil, por menos de 1000 dólares, donde podían aterrizar pequeñas avionetas empleadas en el tráfico de cocaína de Bolivia a Argentina y Brasil, en lo que habría constituido otra estafa millonaria[13]. En julio de 2019, marcando el aniversario del atentado sobre el AMIA, Argentina declaró a Hizbullah como grupo terrorista, designación a la que también Paraguay se adhirió y que Brasil está considerando.

Se puede concluir que las dinámicas tanto del crimen organizado como derivadas de la presencia de grupos terroristas en la zona incrementan la volatilidad regional, haciendo de la triple frontera un territorio donde el uso de la violencia por parte de actores no-estatales no es descartable en ningún momento -sea su motivación político-ideológica o meramente económica. Por ello, en unión a la mejora en las capacidades en materia de persecución al crimen organizado y los delitos financieros que se vienen produciendo entre los tres Estados implicados en los últimos años, las capacidades de respuesta policial en materia de respuesta a incidentes armados no pueden tampoco dejarse de lado.

[1] Stop Illegal (2019) The growing threat of organized crime groups in the Tri-Border Area of South America, en https://www.stopillegal.com/blog/detail/the-growing-threat-of-organized-crime-groups-in-the-tri-border-area-of-south-america [2] Hudson, R. (2003) Terrorist and organized crime groups in the Tri-Border area (TBA) of South America, en https://www.loc.gov/rr/frd/pdf-files/TerrOrgCrime_TBA.pdf [3] Coutinho, L. (2019), The evolution of the most lethal criminal organization in Brazil: the PCC, en https://cco.ndu.edu/News/Article/1761039/the-evolution-of-the-most-lethal-criminal-organization-in-brazilthe-pcc/ [4] Rivas, F. (2017) Atraco de Película en Paraguay: 50 hombres roban millones de dólares en una oficina de Prosegur, El País, 25 de abril de 2017, en https://elpais.com/internacional/2017/04/24/america/1493047109_595943.html [5] Lesli, F. (2014) Policía Federal aponta ele entre facçao brasileira e Hezbollah, en https://oglobo.globo.com/brasil/policia-federal-aponta-elo-entre-faccao-brasileira-hezbollah-14512269 [6] Ottolenghi, E. (2017) Emerging External influences in the Western Hemisphere, Congressional Testimony: Foundation for Defense of democracies, en https://www.foreign.senate.gov/imo/media/doc/051017_Ottolenghi_Testimony.pdf [7] Walker, M. (2014), Landlocked Paraguay emerges as a top producer of contraband tobacco, en https://publicintegrity.org/2009/06/29/6343/smuggling-made-easy [8] Folch, C. (2012), Trouble on the Triple Frontier, en https://www.foreignaffairs.com/articles/argentina/2012-09-06/trouble-triple-frontier [9] Miryekta, C. (2010), Hebollah in the Tri-Border Area of South America, en https://smallwarsjournal.com/blog/journal/docs-temp/533-miryekta.pdf [10] Johnson, Natalie (2017), US, Foreign leaders warn of terror groups converging with organized crime in Latin America, en https://freebeacon.com/national-security/u-s-foreign-leaders-warn-terror-groups-converging-organized-crime-latin-america/ [11] Stop Illegal, nota 1, y Faller, C. (2019), Posture Statement before the 116th Congress. House Armed Services Committee, en https://www.southcom.mil/Portals/7/Documents/Posture%20Statements/SOUTHCOM_2019_Posture_Statement_HASC_Final.pdf?ver=2019-05-01-095639-453 [12] Nielsen, S. (2019), Fighting Terror in the Tri-Border Area, en https://www.wilsoncenter.org/article/fighting-terror-the-tri-border-area [13] Sierra, G. (2019) Frontera: el bazar de la mentira, en https://www.infobae.com/america/america-docs/2019/01/09/hezbollah-en-la-triple-frontera-el-bazar-de-la-mentira-2/

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