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  • Redacción GrupoDC Solutions.

PMC´s en el entorno Internacional. Master - Class en UEM


Year 3 - Week 11

Las Compañías Militares Privadas (Private Military Companies, por sus siglas en inglés) surgen como evolución del concepto de seguridad privada para dar respuesta a una serie de necesidades emergentes en el mundo contemporáneo que cobran especial relevancia en las últimas dos décadas. Los recortes presupuestarios y la transformación de los ejércitos tras la Guerra Fría comenzaron a presentar ventajas acerca de descentralizar parte de los servicios tradicionalmente prestados por los ejércitos que no estaban centrados exclusivamente en seguridad. En este sentido, el principal criterio clasificatorio es el tipo de armas empleadas, quedando las armas incluidas en la categoría de “armas de guerra” restringidas para las PMCs, mientras que las armas de menor calibre no automáticas quedarían circunscritas al uso por parte de compañías de seguridad privada (PSCs). En España no son compañías legales, pero sí lo es subcontratarlas para su utilización en Estados donde sí sea legal su uso. Este resquicio legal tiene su justificación en la Ley Orgánica de Defensa Nacional (2005), que en sus artículos 8.8 (apertura del Consejo de Defensa Nacional a aquellas personas cuya contribución a la defensa nacional se considere relevante, sin estar necesariamente vinculadas a la Administración Pública) y 22 (preparación de recursos humanos y materiales para la defensa nacional, incluyendo todos aquellos no propiamente militares en casos de grave amenaza o crisis).

El incremento en el número de conflictos internacionales, asimétricos y diseminados a nivel global según patrones étnicos, identitario-religiosos y cada vez menos por razones ideológicas requiere más personal dedicado a la estabilización, sin que ello implique dejar desprotegidos los propios Estados implicados en este esfuerzo de pacificación o reconstrucción. Operadores privados pueden en este contexto actuar como multiplicadores de la fuerza de las fuerzas regulares y contribuir al esfuerzo estabilizador en conflictos insurgentes, así como representar importantes roles en materia de logística y apoyo a la fuerza en aspectos tales como protección de VIPs y convoyes, lo cual permite liberar recursos regulares y destinarlos como refuerzo adicional en zonas donde sean requeridas.

Pero la labor de las PMCs va mucho más allá de tareas propiamente militares. Organismos privados y públicos cuentan con este tipo de organizaciones para cubrir necesidades de protección personal y física, ciberseguridad, logística, o inteligencia. Dependiendo de diversas consideraciones políticas, para entidades estatales o locales puede resultar más funcional en términos económicos y de riesgo utilizar este tipo de compañías en la obtención de fuentes de información clasificada y abierta, que permitan analizar los riegos de establecimiento de negocios en países extranjeros o de obtener una información más completa acerca de qué compañías quieren invertir por ejemplo en suelos municipales y si tienen algún tipo de antecedentes en sus relaciones anteriores, posibles acciones ilícitas, etcétera. Este tipo de trabajos integra no solo perfiles operativos desplegables sobre el terreno de forma abierta o encubierta, sino también analistas con alta especialización en materia geopolítica, en idiomas, relaciones económicas o materia jurídica. Sobre estas bases podemos añadir multitud de tareas más, como la asesoría militar en materia de compra de materiales o auditoría, trabajos de ingeniería y desarrollo integral de proyectos de seguridad en infraestructuras que abarcan desde los informe riesgo-país al establecimiento de normas de seguridad de protección logística, seguridad física, disposición del servicio de seguridad en las diversas infraestructuras, etcétera. Un uso creciente de compañías militares privadas también se está aplicando en el ámbito del travel security como formación para viajeros frecuentes y expatriados, asesoría de riesgos, compliance en temas de cuidado debido (Duty of care), e incluso business intelligence, continuidad de negocio o riesgo reputacional. Dependiendo del nivel de riesgo y de las capacidades de la PMC, puede abarcar aspectos como las negociaciones en casos de secuestros, extracciones, protección en entornos hostiles o medicina táctica (TECC).

El perfil de operador de una PMC suele tener una serie de características comunes tales como experiencia operativa o de campo de al menos cinco años, lo que se considera tiempo básico para interiorizar procedimientos y disciplina para desarrollar labores como las mencionadas en entornos hostiles o potencialmente hostiles. El perfil psicológico, la forma física o los idiomas son también requerimientos necesarios para este tipo de trabajos. Un sueldo en líneas generales superior al que se obtiene en las fuerzas de seguridad o armadas de cualquier Estado hacen este tipo de destinos laborales atractivos como alternativa profesional, sin la necesidad del compromiso de por vida del funcionario. A ello se une una mayor flexibilidad y adaptación a diversos trabajos, variando los requisitos por ejemplo de un francotirador a un experto en ciberseguridad.

Probablemente el momento álgido de las PMCs se produjo tras la intervención de la coalición internacional en Afganistán tras el 11-S y tras la invasión estadounidense de Iraq en 2003. En Iraq, PMCs como Blackwater llevaban a cabo tareas de liberación de fuerzas, tales como protección para las fuerzas de la coalición, convoyes militares y zonas en construcción, llegando a alcanzar en 2008 cifras próximas a los 180000 operativos, de países como Fiji, Brasil, Croacia, Hungría, Nueva Zelanda, Pakistán, Sudáfrica, Australia, Reino Unido y por supuesto, Estados Unidos. La presencia de estos efectivos sobre el terreno ha generado resultados de todo tipo, negativos y positivos. El 31 de marzo de 2004 un equipo de cuatro operadores de Blackwater en Fallujah fueron emboscados por lo que se ha juzgado como escasa preparación en una misión específica, con el resultado de cuatro de sus operativos muertos, linchados y colgados de un puente por una turba de iraquíes. Cuatro días más tarde, sin embargo, la misma compañía auxilió en Najaf al contingente internacional –español y salvadoreño principalmente- de la Base al-Andalus de Najaf, atacada por milicias shiíes.

Pese a las regulaciones internacionales de organismos como ICOCA, que tratan de implantar un código ético internacional que las compañías militares privadas deben cumplir –no cometer asesinatos profesionalmente, no participar en acciones relacionadas con contrabando o tráfico de drogas, etcétera, o documentos como el Documento de Montreaux (2008) que vincula a los Estados a garantizar el cumplimiento de los Derechos Humanos por parte de PMSCs en conflictos internacionales, el camino a recorrer en materia legal a nivel internacional es largo, y muchos los vacíos que especialmente Estados fallidos o en desarrollo ofrecen a este tipo de compañías. Aspectos como el reclutamiento de nuevos operadores, su experiencia o perfil psicológico, en momentos en que las necesidades de despliegue son inmediatas, distan con frecuencia de reunir altos estándares de calidad.

En un mundo crecientemente globalizado y donde la seguridad nacional e internacional ha difuminado su frontera, la seguridad privada ha adquirido progresivamente un nuevo rol a tener en cuenta en las dinámicas internacionales. Sin embargo, su eficacia radica en la correcta colaboración con el sector público, y ello pasa por la mejor definición de los cauces legales para su utilización, tanto para evitar desmanes como para proteger a los propios operadores.

#MasterClass #PMC #OrienteMedio

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